miércoles, 15 de octubre de 2008

CUENTO 1: BITACORA DE VUELO INTERESTELAR, PARTE 2


ACLARACION: CONTINUACION DE "BITACORA DE VUELO INTERESTELAR" CUENTO 1 PUBLICADO EL 1 DE SEPTIEMBRE DE 2008.

MRA
NAVE DE INSPECCIÓN “JUNO”
AÑO TERRESTR
E: 2058 - DIA DE VUELO #324


Localización: Fuera del sistema solar.
Última imagen registrada: Vista exterior de Plutón y su luna Caronte.
"Estamos fuera del sistema solar por primera vez en la historia de la humanidad. Tenemos una vista maravillosa de Plutón. Hace semanas dejamos de ver Neptuno. Un fallo general causado por el paso de asteroides y las continuas maniobras evasivas, nos sacó de la orbita de rebote neptuniana y por desgracia, nos lanzó hacia fuera.
El día de hoy, hemos corroborado lo que solo se sospechaba: Plutón no tiene la suficiente masa gravitacional para impulsarnos de regreso… Todo lo que veamos de ahora en adelante, no ha sido visto por ojos humanos. "




Zyra no podía creerlo. Acababa de leer el mensaje, pero no podía creerlo. El primer viaje fuera del sistema solar se estaba llevando acabo en esos momentos. No estaba previsto salir del sistema en esta década. Aún no estaban listos los propulsores necesarios para impulsarse sin “rebotar ” , sin lo cual una nave terrestre solo podía ir a la deriva, pues para un viaje de tal magnitud se necesita mucho más combustible.
Pero la Juno, una nave de inspección (ni más ni menos) estaba siendo llevada al exterior por un fallo en la codificación de sus rebotes programados. Habían roto una regla básica: nunca moverse de sus líneas de rebote.
Después de 10 años de vuelos tripulados programados al rebote, los capitanes empezaban a olvidarse de seguir esa regla. Dentro del sistema, un fallo así podría corregirse sin mucho problema, pero no debía correrse el riesgo porque en el espacio no podía controlarse nada, salvo tu línea de rebote. Y la prueba era la Juno.
Zyra tenía mucho que explicar a la prensa a este respecto, porque era uno de los pocos científicos interestelares que aún seguía atado a la Tierra, no era que los demás se hubieran marchado en masa al espacio (no que no lo desearan) solo que su trabajo exigía tanto que no les interesaba nada más y permanecían constantemente conectados a sus sistemas. Pero Zyra, a pesar de su corta edad, había sido elegido su portavoz desde hacía 5 años y lo odiaba cada día más, porque eso lo alejaba del espacio y lo hacía tener que enfrentarse a lo mundano.
Zyra tenía 35 años. A los 15 fue elegido para convertirse en un controlador espacial. Sus estudios le permitieron ver en primer plano (conectado a los sistemas) el primer amartizaje en el año 2045. Pese a los avances de principio de siglo, el ser humano había tardado más de lo esperado en pisar Marte. La técnica anterior no era satisfactoria para algunos miembros de los países más importantes de la tierra (que aún estaban enfadados por la imagen de la bandera estadounidense en la Luna), así que llegaron los conflictos, al termino de los cuales, se acordó la consiguiente formación del organismo internacional llamado “Centro Mundial para la Exploración del Espacio” (CMEE), auspiciado por la ONU. El paraíso científico. El lugar dónde una vez libres de las presiones políticas, los científicos pudieron compartir ideas y hacer viable la Ley del Rebote Interplanetario.
La década siguiente, con la ley del rebote en funciones, fue la más brillante en cuanto al conocimiento del sistema solar. Se crearon caminos seguros para visitar los otros planetas, tomar fotografías e incluso, poner el pie en algunos y en sus lunas, o acercarse lo máximo posible cuando la atmosfera lo permitía. En la actualidad, se pensaba incluso empezar a llevar gente común en calidad de turistas, tan seguros se creían los senderos de rebote.
Y ahora pasaba lo de la Juno. Definitivamente, había mucho que explicar.

-Una nave de inspección, como la Juno, tiene como única función, registrar imágenes y hacer escaneos de los planetas del sistema solar, bajar sondas para tomar muestras y hacer algunos experimentos, con miras a descubrir si se podría hacer algo por habilitar esos planetas y lunas para poner una estación espacial y comenzar a aprovechar los recursos. Su función esta limitada a la investigación- explicaba Zyra ante los aparatos de grabación de los periodistas- Su tarea es muy importante, pues gracias a estas naves, hemos podido crear la estación de investigación de Marte y muy pronto estará lista la de Europa, la luna de Júpiter, lo cual nos permite incrementar nuestros conocimientos del sistema solar-.
Zyra hizo una pausa para tomar aliento y mirar las reacciones de los periodistas, que normalmente seguían muy atentos sus palabras, y ahora tenían miradas impacientes y alguno incluso bostezaba. Esperaban la confirmación de los rumores. Zyra decidió acortar su explicación e ir directo al grano, decidiendo en ese momento, dejar bien claro el asunto.
-Es mi deber informar a la humanidad que la nave de inspección Juno, en viaje de exploración a Neptuno, ha sufrido un incidente en sus sistemas, causado por un fallo mecánico, que ha traído como consecuencia su desvió de la línea de rebote programada …- Hizo una pausa obligada por los murmullos de los periodistas, solicitando más detalles- Tranquilos, les daré la información si me lo permiten…-dijo en voz más alta y ellos se lo permitieron- Bien, como he dicho, la nave Juno salió de su línea de rebote hace unas semanas, como saben, los desfases de tiempo normales a esa distancia nos trajeron tardíamente la información. Este incidente de la Juno habría sido resuelto fácilmente de no ser por la difícil localización de la orbita de Neptuno y la posterior confirmación de que Plutón no tiene suficiente masa para soportar un rebote, por consiguiente, he de informarles que…. –Hizo otra pausa para tomar aliento y poder procesar la información, suspiró y entonces lo dijo: La trayectoria de la nave Juno la esta llevando fuera del Sistema Solar.
Dos horas después, Zyra salió de la sala de conferencias exhausto y preocupado. La avalancha de preguntas parecía interminable y él hacía un enorme esfuerzo en cada una por no repetirse ni salirse del plan de respuestas aprobadas por el CMEE. Ese plan descartaba toda duda sobre que las líneas de rebote hubieran dejado de ser seguras, y sobre la constante de los capitanes a saltarse las reglas de la ley de rebote. Pero más importante, no se podía decir nada sobre el problema con los asteroides que ocasionó el que la Juno se saliera de su línea, ni mucho menos que el recorrido de esos asteroides fueron pasados por alto al trazar esa línea de rebote…

lunes, 13 de octubre de 2008

ENSAYO SOBRE SERES MITICOS

MRA- 13/10/08


Cuando niños, todos escuchamos hablar de seres fantásticos, criaturas míticas a las que se les atribuían muchos poderes; de los que se contaban historias y se les echaba la culpa de muchos sucesos de la naturaleza.
Aún hoy estos seres me intrigan, quisiera saber si existe algo de realidad en ellos o si solo son las explicaciones fantásticas a sucesos reales... imágenes que creamos para cubrir el miedo a lo desconocido, a la oscuridad, a la tormenta.


Uno de estos mitos es el de las sirenas. Algunos dicen que solo son delfines. Otros dicen que realmente existen, que viven en ciudades en lo más profundo de los mares y que son mucho más inteligentes que nosotros. Algunos piensan incluso que provienen de la Atlántida.
Una vez soñé con un mundo semi-acuático donde vivían sirenas y sirenos, no era algo como caricatura, eran seres que bien podrían existir… eran hermosos y al mismo tiempo atemorizantes. No se si algo así tiene posibilidades en nuestra época, pero uno nunca sabe que hay bajo el mar…


Otro mito que sería lindo de ver es el de esos hermosos caballos alados llamados “pegasos”. Muchos milagros se les atribuyen, pero a mi la sola idea de que existieran, solo con verlos volar me sentiría privilegiada.
También están los ”unicornios”, dicen que un cuerno de unicornio cura cualquier enfermedad… así que no me extraña que de haber existido, se hayan existinguido tan pronto…
En todo caso, ver a cualquiera de estos hermosos caballos dicen que trae “buena fortuna”.


Grandes orejas puntiagudas, ojos que hechizan, poderes sobrenaturales, magia antigua, inmortalidad… son algunas de las características que tienen los elfos. Hay tanta información sobre ellos que es difícil no creer que alguna vez existieron.
Hay historias, canciones y descripciones muy detalladas. Se les llama de muchas formas y tienen clases y subclases…
Se dice que fueron los primeros seres creados, que su misión era cuidar al mundo y hacer que floreciera. Se dice que cuando los humanos llegaron, los elfos se fueron… Mucho misterio los envuelve, no?

Los dragones son mis favoritos, por eso los dejé para el final.
Majestuosas creaturas que extrañamente tienen más oportunidades de haber existido que todos los arriba mencionados. La arqueología lo prueba. Si bien no se sabe si alguna de las características que se les atribuyen sean ciertas, la verdad es que antes que nosotros hubo seres grandes y con piel de reptil, algunos incluso volaban.
Sin embargo, han caído en el misticismo y se les atribuyen aspectos y poderes mágicos. Además de una gran inteligencia y poder. Hay también clases, subclases, y algunos incluso se convierten en seres humanos… ¡Que cosas!

Hay mucho que decir de los dragones, así como de los demás seres míticos que existen, así que prometo dedicarle un post a cada uno, donde amplié la información y mis comentarios.

Por ahora, no quiero abusar de la poca inspiración que esta llegando ahora, no sea que la asuste… Hasta otra!!

jueves, 9 de octubre de 2008

"Sombras y Niebla" Continuará...




Agradecer los comentarios y explicar que el 4to. capitulo
esta incompleto y en proceso de escribirlo... espero
que cuando este listo para publicarlo lo disfruten.
Mientras tanto, es posible que suba
algun otro relato corto.
Gracias y continuará....
MRA

miércoles, 8 de octubre de 2008

CAPITULO 4 "SOMBRAS Y NIEBLA"

MRA
CAPITULO 4
= LA GUERRA =


Han pasado dos meses desde la boda de Annie y Archie, Candy se ha reincorporado a su vida normal, ha vuelto a pedir trabajo en un hospital en Chicago, el St. John´s y su vida ahí transcurre tranquila. Por supuesto que esto no le ha gustado nada a la tía-abuela, pero Albert le ha dado todo su apoyo y la tía no puede negarse a una orden de él, después de todo él es el cabeza de familia.
Patty ha vuelto a Florida con su abuela, pero le ha mandado un par de cartas en las que deja ver que le gustaría la visitara pronto y hacia el final, le comenta que ha recibido correspondencia de ese chico Stuart, que conoció en la boda de Annie. Candy se alegra por ella, pero siente una punzada en el corazón al recordar esa noche.
Annie también le escribe contándole su felicidad y mandándole recuerdos de Archie.
Al parecer, ninguna de ellas se enteró que Terry estuvo en la boda, ni de lo que Candy pasara esa noche y ella no iba a decir nada.
Esa tarde, cuando Candy tenía día libre, Albert fue a visitarla. No se habían visto mucho desde la boda, pues Candy estaba enojada con él, pero ahora mientras caminaban por las calles de Chicago buscando un lugar dónde comer, ella no aguantó más y le reclamó.
-Estuvo muy mal, Candy, lo siento, pero no pude negarme al verlo así...
-Pudiste habérmelo dicho, Albert...
-Si te lo hubiera dicho no habrías aceptado y .... Candy, ustedes dos se merecen tanto ser felices!
-Albert... no sabes lo que dices... él esta... debe estar ahora con Susana...
-¿qué?! ¿no te lo dijo? ¡No puedo creerlo! ¡es un tonto!
-¡decirme, que?
-Candy... él no se casó, ni lo hará, con Susana... ¡no puedo creer que no te lo haya dicho? A de haber pensado que escuchaste los comentarios... ¡es un tonto!
-¿qué dices?! ¿cuáles comentarios?
-Los que medio Nueva York comenta... ¡en serio que no lo sabes?
Candy negaba con la cabeza, pero sus ojos brillaban con la esperanza.
-Pues que Susana estaba embarazada cuando le pasó el accidente- se apresuró a aclarar Albert- ella estaba embarazada, pero no hagas falsas deducciones, se decía que era amante del director del teatro... y eso lo confirmó todo! Entiendes? Ese hombre era casado y ella... ella quería culpar a Terry... pero él... él la descubrió ante todos!
Candy se quedó de una pieza, anonadada...
-No puede ser... no es cierto, Albert! Ella ama a Terry... yo... casi se suicida por amor a él! Yo estuve ahí!
Albert la abrazó, permitiéndole llorar. Para Albert, Candy era como su hermana pequeña, la quería mucho y hubiera hecho cualquier cosa para no verla sufrir así.
Cuando ella le dijera días después de la boda que quería volver a trabajar, él la apoyo pensando que al fin se había resuelto su lío con Terry, que quizás, cuando él volviera de la guerra, ellos estarían juntos. Pero empezó a sospechar que las cosas no eran tan sencillas, por eso se decidió a visitarla ahora. Solo para descubrir que nuevamente se había equivocado... pero quizás aún no fuera demasiado tarde para enmendar las cosas.
La apartó de sus brazos, le ofreció su pañuelo para que se enjugara las lágrimas y luego le preguntó:
-¿supongo que al menos sí te dijo que se iba a enlistar para la guerra, verdad?
Más lágrimas de ella le dijeron que no, que no sabía nada...
“Estúpido Terry”-pensó Albert, abrazándola de nuevo, mientras ella lloraba desconsolada...
Por la acera, pasaron unas señoras muy elegantes, viudas al parecer, que los miraron enfadadas, frunciendo el entrecejo. Albert les sonrió y arrastró a Candy hacia un parque cercano, sentándose con ella en una banca y detallándole cómo Terry se había acercado a él a la salida de la iglesia, pidiéndole su ayuda para poder ver a Candy, porque al día siguiente se iría a la guerra...


CONTINUARA....

lunes, 6 de octubre de 2008

SOMBRAS Y NIEBLA - CAPITULO 3

MRA
CAPITULO 3
= LA BODA =

Había muchísimas flores adornando la catedral de San Patrick, la más hermosa de New York, el día en que Annie Britter y Archiebald Cornwell se casaron. Fue la celebración más lujosa del año y a la que más gente asistió. Los trajes de moda vestían a las damas que habían venido tanto de Chicago como de todos los rincones del país, ya que tanto la familia Andley como los Britter, eran muy conocidos y todos querían quedar bien con ellos. Si hubiera habido familia real en Estados Unidos, seguro habrían asistido a esta boda.
Rostros de jóvenes felices, rostros de jóvenes y viejos envidiosos, rostros viejos sorprendidos por el libertinaje de los nuevos atuendos, niños deseosos de correr por los pasillos, pero firmemente aferrados a las manos de sus madres o tutores, todos atentos a la entrada de la gloriosa novia y su cortejo.
Fue como si se abriera el cielo y entraran ángeles a la iglesia, o al menos eso pensó Archie cuando entró la novia y la luz del atardecer cayó sobre su blanco y esplendoroso traje, haciéndola parecer que tenía alas. Aunque su rostro estaba cubierto por un velo, él sabía que Annie lloraba de felicidad y su corazón se estremeció de gozo cuando ella llegó a su lado y el Sr. Britter formalmente se la entregó.


Mil imágenes pasaron por su mente, de sus años en el colegio, cuando una apenada Annie se mantenía siempre al margen cuando él y Stir se disputaban la amistad de Candy. La primera vez que la escuchó hablar se sorprendió de que tuviera una voz tan dulce, de que siendo amiga de Candy, la niña traviesa, fueran tan diferentes. Tiempo después cuando descubrió que fueron criadas juntas en un hogar, se sorprendió aún más. Su Annie era muy hermosa, pero su mayor virtud era que su alma era pura y su corazón dulce. La amaba tanto que se concentró sólo en ella, motivo por el cual ni se enteró de lo que todos comentaban.
Después de ver pasar a la novia, lo que todos se sorprendieron de ver fue a las damas. Una morena muy delgada que aunque usaba gafas, derramaba lagrimas silenciosas, caminando firmemente cogida de la mano de una exuberante rubia con los ojos vidriosos también, pero sonriente y muy derecha.
Ambas lucían sendos trajes que las hacían parecer el cortejo de una reina y los cientos de miradas se preguntaron quienes serían esas dos hermosas damas de la novia. Pero los murmullos fueron acallados cuando la voz del cardenal anunció el inicio de la ceremonia.
Muchos de los asistentes, en su mayoría los jóvenes, se dijeron que en la fiesta de recepción harían hasta lo imposible por averiguar la identidad de las dos chicas.

Dos horas más tarde, Candy animaba a Patty y a Annie que no dejaban de llorar de felicidad y con lo tarde que era, ya debían alistarse para bajar al salón del hotel que habían alquilado para la recepción.
-Sra. Cornwell...- llamó una muchacha desde la puerta, dirigiéndose a Annie y Candy soltó la carcajada al tiempo que le indicaba a Annie que era a ella a la que llamaban, porque ella había puesto una cara muy cómica.
-Se lo envía su esposo, Sra. Cornwell...- le dijo la chica de servicio y le entregó a Annie un estuche.
Esta lo miró con una sonrisa de medio lado, lo mostró a sus amigas, se enjugó las lágrimas, respiró hondo y al final, lo abrió. Las tres amigas retuvieron la respiración cuando vieron que lo que contenía el estuche era una gargantilla de diamantes.
-Oh, Annie, si es la...-empezó Candy

-La gargantilla de su madre...-concluyó Annie, volviendo a llorar, incontrolablemente, de felicidad.
-Vamos, Sra. Cornwell, no lloré más- la animó Candy, abrazando a su hermana, pero aunque ella estaba sonriendo, por dentro también quería llorar, pero no lo hacía porque no se sentía capaz. Levantó la vista y miró a Patty, también luchando con las lágrimas, pero sonriéndole. Cuando ésta se acercó, las tres amigas se abrazaron y poco después, ayudaron a la novia a retocar su maquillaje por tercer o cuarta vez y se prepararon para bajar a la recepción.
Momentos más tarde, mientras caminaba del brazo de Archie, Annie se prometió a sí misma, que ahora que era la Sra. Cornwell era ya momento de que dejara de llorar por todo, pues era momento de disfrutar de su felicidad. Ni que decir que su flamante sonrisa despistó a más de uno, incluido su marido, aunque a éste no podía parecerle más hermosa.
Como era lo acostumbrado, la pareja de novios inició el primero de los muchos valses de la noche, después de lo cual se les fueron uniendo otras parejas.
Para cuando Candy y Patty, flanqueadas por Albert, caminaban a un lado de la pista, ya todos sabían que se trataba de la joven Candice White Andley, prima del novio, y la Srita. Patricia O´Brian, heredera de una de las mejores familias de Florida, pero sobretodo, que ambas estaban solteras y sin compromisos.
A los pocos minutos de que Albert las dejara solas, pues fue por unas bebidas, los jóvenes se amontonaron para hablarles y pedirles un vals. Candy les respondió por las dos, entre risas divertidas, que su primer vals ya estaba dado, pues Albert se lo había pedido, pero que Patty claro que si, aceptaba… a lo que Patty, ruborizada, no pudo negarse y tomando la mano de un chico rubio, caminó hacia la pista, sorprendida de la reacción de los chicos, pues nunca antes le había pasado semejante cosa.
Candy se alegró por su amiga y tuvo que hacer un esfuerzo por no reírse de la insistencia de estos jóvenes que se disputaban el segundo, tercero y cuarto vals con una y con la otra, por lo que agradeció que llegara Albert a rescatarla.
Este la tomó de la mano y la llevó al lado de la tía-abuela Elroy, quien le advirtió en voz baja pero firme, que no permitiría semejante demostración de libertinaje y le pidió a Albert que a partir de ahora, no se separara de Candy, y por añadidura, de la chica O’ Brian, a quien su respetable abuela nunca debió de dejar venir sola a la boda, porque… bla… bla.. bla…
Candy dejó de escuchar a la tía abuela porque entre los invitados creyó reconocer un par de ojos azules que la observaban de lejos, y cuando se concentró, le pareció reconocer el rostro también… y su corazón le dio un vuelco, comenzó a temblar y de no ser porque Albert la condujo a la pista, se habría quedado ahí parada como piedra.

-Candy? ¿Haz escuchado lo ultimo que dijo la abuela?-le preguntó Albert, poco antes de que comenzara la música, viendo que ella estaba distraída.
-¿eh?- reaccionó ella y tuvo que admitir que no.
-pues dijo que ni tu ni Patty podían bailar con nadie más que conmigo esta noche, a menos que el joven le pidiera permiso a ella, y en caso de que ella lo aprobara, talvez… ¡Candy! ¿me estas escuchando?
-¡eh? ¡Ah, si!
-No es cierto… dime ¿te pasa algo?
Candy sonrió y le aseguró que nada. Antes de que Albert pudiera decir más, el vals comenzó y empezaron a bailar.
Como si las palabras de la abuela Elroy hubieran sido escuchadas por todos, (o talvez porque fueron muy obvias sus miradas) al poco los jóvenes que habían pedido bailar con ellas, se presentaron uno a uno ante la tía abuela. Esta les gruñó a algunos, apenas asintió a otros y para sorpresa de algunos, les sonrió, aunque no les prometió nada. La vieja había asumido que era el momento de conseguirle marido a Candy, y porque no?, de pasada ayudaría a esa chica O ‘Brian también.

Un vals tras otro, Candy bailó con Albert y Patty con el mismo chico rubio, quien se había decidido a no dejarla escapar, después de escuchar los rumores de la matrona que regía sobre el derecho a bailar con ella. Aunque el joven era muy simpático y no dejaba de hablar de sí mismo y de las extensas propiedades de su familia, a Patty no le agradaba mucho, no dejaba de preguntarse que hacían él y todos sus amigos en un baile como aquel cuando se les necesitaba en el frente de batalla.
Sin embargo, al final de una pieza, y bajo la amenazante mirada de la tía abuela Elroy, Patty se armó de valor para decirle que debía descansar, que muchas gracias por el baile. Entonces él, que se llamaba Joseph Stuart, le suplicó le permitiera escribirle ya que el día de mañana, junto a algunos de sus compañeros, se irían a la guerra…
A Patty se le llenaron los ojos de lágrimas y asintió, luego de lo cual salió casi corriendo hacia el patio interior.
De haberla visto, Candy habría corrido tras ella, pero ella vivía su propio tormento, ya que en repetidas ocasiones había vuelto a ver esos ojos inconfundibles que la miraban entre la gente y la estaban poniendo muy nerviosa. No dejaba de repetirse que no podía ser, que él no podía estar aquí, y de ser así, en todo caso estaría acompañado de su esposa.
Era por esto que agradecía no poder bailar con nadie más, porque con Albert se sentía muy segura. Y este parecía complacido también, ya que no parecía tener interés en dejarla libre. Solo en una ocasión le preguntó si estaba cansada y ante la pronta respuesta negativa de Candy, no volvió a preguntar.
Llevaban poco más de una hora bailando cuando anunciaron que por petición de los novios la siguiente media hora sería de vals de intercambio de parejas. Fue entonces cuando Candy dudó, pero Albert, quien por un momento se había distraído mirando hacia un lado, hizo como que no le entendía e inició el baile, Candy se resignó y lo siguió. Así, al momento preciso y después de un giró, Candy cayó en brazos de otro hombre, un señor muy viejo que le sonrió y al que ella, por amabilidad primeramente, devolvió la sonrisa. Luego, cuando descubrió que él era medico su interés creció, pero apenas empezaba a decirle que ella era enfermera, cuando otro giró la devolvió con Albert. Así se pasó un buen rato, con el ritmo del vals, pasando a un par de parejas distintas y luego volviendo con Albert.
Candy nunca había bailado así, pero le pareció muy interesante, aunque sentía la mirada reprobadora de la tía abuela y casi todos los mayores, ante este nuevo baile, le encantó la novedad… hasta que en el último giro, Albert la mandó hacia los brazos de Terry.



Sorprendida, Candy se detiene a mirarlo, interrumpiendo el siguiente movimiento. Lo ve sonreír, inconfundible sonrisa, y lo escucha hablarle:
-¿No bailas, pecosa?…- esa voz..- le pediría permiso a tu abuela, aunque ya cuento con el de Albert, claro… pero, ¡vamos, pecosa! ¡Bailemos o todos se enfadaran con nosotros! – y la toma por el talle, comenzando a bailar. Ella lo sigue, inmutable, moviéndose por instinto, más que por conciencia, pues esta temblando.
Aunque no consigue hablar, por la mente de Candy, casi en sombras desde que el apareciera frente a ella, surgen un par de ideas: “¿que hace Terry aquí? Albert estaba al tanto, claro… pero, ¿porque sigue llamándome pecosa? ¿y donde esta ella? … Oh, Dios! No lo podré resistir más…”
-¿Haz olvidado como bailar, pecosa?- lo escucha decirle al oído, cuando ella inevitablemente pierde el paso- Recuerdo que bailabas muy bien…
Esto es demasiado para ella, quien intenta soltarse de su mano, pero él la retiene.
-¡Tranquila!, ¿no querrás hacer un escándalo en la boda de tus amigos, verdad?
-¡No, pero no tengo porque seguir bailando contigo!- logra soltar ella.
–Entonces espera un poco y el vals terminara....- le contesta él, reteniéndola, y poco después así sucede. Entonces él le hace una reverencia y la deja ahí, groseramente sola en medio de la pista. Ella esta muy afectada, pero también furiosa. Así que se aleja a paso rápido hacia una de las puertas que dan al patio. Esta echando chispas y cuando esta buscando contra que desatar su furia, ve que Patty esta sentada en una banca, sola, llorando.
No puede más, se acerca a su amiga y al abrazarla, llora con ella.
Adentro, la música continúa…

Un joven rubio busca con la mirada a Patty, sin encontrarla, seguro de que ella baila con alguien más. Pero se ha quedado prendado de ella, de sus ojos tristes y sonrisa tímida.

La tía abuela Elroy interroga a Albert sobre el joven con el que Candy bailaba y este le asegura que es un joven noble de Escocia, amigo suyo. La vieja sonríe, calculadora. Ante esto, Albert sonríe tristemente.

Annie y Archie bailan en medio de la pista, felices.

Mientras esto pasa, Terry pide su abrigo y tan silenciosamente como llegó, se marcha. Solo quería verla una vez más, sabía que no podía pedir de ella más que eso. Sabía que Albert la cuidaría bien, se lo había prometido, pero necesitaba verla, quizás por última vez… porque al día siguiente marcharía a la guerra.