MRA- 06/09/08
"Zyanya"
"Zyanya"
En un lugar sin tiempo ni espacio, si existiera algo así, una joven elfa de los bosques se prepara para convertirse en cazadora. Lleva 10 ciclos en entrenamiento y hoy su maestro le ha asignado una tarea muy especial: Domar una bestia.
Su totem de creación la une a los felinos, por ello ha escogido una pantera de las conocidas como "sable de la noche".
Esa mañana se prepara, repasa los ritos y los conjuros que le han enseñado; no obstante, toma su arco pues nunca sale sin él a los bosques.
Sigilosamente se interna en la espesura, buscando, acechando, pendiente de cada paso que dá para no espantar a ningun ser vivo. Al final observa a un sable de la noche joven y se acerca a él lentamente. Cuando el felino nota su presencia, ella ya esta comenzando el conjuro de la doma... el sable se resiste e intenta atacarla, la elfa continúa el conjuro, llenando el ambiente de confianza y camaradería.
A cabo de unos minutos, el felino empieza a confiar en la elfa. Ella lo alimenta y lo cuida un par de días. Cuando siente que el sable de la noche confía lo suficiente en ella, lo lleva de caceria. Al ser esta un exito, comprende que ya es su amigo incondicional.
Vuelve con su maestro, con la mascota a un lado y recibe la confirmación de su rango y su nuevo nombre: ahora es Zyanya, la elfa cazadora y su fiel acompañante es llamado Michi.
Su totem de creación la une a los felinos, por ello ha escogido una pantera de las conocidas como "sable de la noche".
Esa mañana se prepara, repasa los ritos y los conjuros que le han enseñado; no obstante, toma su arco pues nunca sale sin él a los bosques.
Sigilosamente se interna en la espesura, buscando, acechando, pendiente de cada paso que dá para no espantar a ningun ser vivo. Al final observa a un sable de la noche joven y se acerca a él lentamente. Cuando el felino nota su presencia, ella ya esta comenzando el conjuro de la doma... el sable se resiste e intenta atacarla, la elfa continúa el conjuro, llenando el ambiente de confianza y camaradería.
A cabo de unos minutos, el felino empieza a confiar en la elfa. Ella lo alimenta y lo cuida un par de días. Cuando siente que el sable de la noche confía lo suficiente en ella, lo lleva de caceria. Al ser esta un exito, comprende que ya es su amigo incondicional.
Vuelve con su maestro, con la mascota a un lado y recibe la confirmación de su rango y su nuevo nombre: ahora es Zyanya, la elfa cazadora y su fiel acompañante es llamado Michi.
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